Como siempre decimos en este blog, luego de comprar tu primera cámara réflex, talvez luego de unos meses o al año de estar tomando fotos sólo con el lente de kit 18-55 mm, sentirás las limitaciones propias de un lente que no posee un rango focal muy amplio, ni da la mejor nitidez y ni que hablar de lograr imágenes con esos desenfoques tan interesantes que nos ayudan a centrarnos en el punto de interés.
Es hora de adquirir un nuevo lente. Lo lógico, frente a las problemáticas arriba detalladas, sería o bien aumentar el rango focal con un lente gran angular o, más frecuentemente, un teleobjetivo; o pensar en adquirir un lente fijo por las grandes ventajas que tiene y que constituyen el objetivo de este artículo.
A continuación, enumeraré algunas características que debes tener en cuenta al comprar tu primer lente fijo, haciendo hincapié en los lentes fijos económicos orientados a un fotógrafo principiante.
Un lente fijo nos da una mejor calidad de imagen
Ya sabemos que la principal diferencia ente un lente fijo y un zoom es que, como su nombre lo indica, los lentes fijos sólo trabajan en una sola distancia focal mientras que los lentes zoom lo hacen en una rango amplio de distancias focales que podemos modificar mediante el anillo de zoom y así ajustar nuestro encuadre a lo que nos pida la escena.
Desde el punto de vista de la construcción de uno y otro, podemos decir que la tecnología que requiere un zoom es mucho más avanzada que la de un lente fijo. ¿Y cómo afecta esto a las características del lente? Ya que el fabricante no tiene que esforzarse en lo complicado de hacer un lente que funcione en un variado rango focal, algo así como «hacer muchos lentes en uno», puede poner toda su concentración en otros aspectos tecnológicos que ayudarán a la optimización de características muy útiles para nosotros.
Los lentes fijos son más simples en su conformación al contar con menos lentillas internas, lo que hace que la luz pase por menos elementos causando menos aberraciones cromáticas, distorsiones, dispersiones de luz y demás características no deseadas en una imagen digital.
Un lente fijo tiene gran apertura máxima de diafragma
La apertura máxima de diafragma de los lentes fijos suele ser más grande que la de los lentes zoom. Por lo general la encontramos en el rango de f/1.4 a f/2.8, pero también hay lentes con aperturas máximas de f/1.2 o f/1.
Esto nos trae dos ventajas importantísimas:
- En primer lugar, lo más obvio, usando el diafragma en su máxima apertura lograremos captar más luz, por lo que en situaciones en las que haya una luminosidad deficiente podremos priorizar la entrada de luz por medio del diafragma en vez de usar los otros mecanismos del triángulo de exposición. O sea, disminuir el ruido al no tener que usar ISOs tan altos o evitar la trepidación al no tener que usar tiempos de exposición prolongados con cámara en mano.
Si quieres hacer una fotografía en 50 mm con tu lente 18-55 mm podrás abrir como máximo hasta f/5.6. Sin embargo, con el lente 50 mm f/1.8, el más usado y económico, podrás dejar entrar 3 veces y 1/3 más de luz. Sería equivalente a bajar el ISO de 6400 a 640 ¡¡¡Eso es muchísimo!!!
- La otra importantísima ventaja tiene que ver con la profundidad de campo. La apertura de diafragma es la variable más emparentada con la mucha o poca profundidad de campo, siendo que a mayor apertura menor será la profundidad de campo. Y poca profundidad de campo, sería coloquialmente «desenfocar el fondo», lo que en ciertos casos mejora la definición del punto de interés y nos da imágenes con mayor impacto visual.
Un lente fijo nos enseña a recorrer la escena
Lo que en principio es una desventaja podría ser un aprendizaje muy interesante. Robert Capa dijo «si una foto no es suficientemente buena es porque no estabas suficientemente cerca», y a veces esa frase tiene mucho sentido. Las tomas de las fotografías tienen que corresponder a nuestro punto de vista, no podemos tomarlas desde cualquier lugar, con cualquier encuadre, cualquier distancia focal y apertura de diafragma. Más difícil que tomar una foto es tomar las decisiones correctas para lograr nuestro objetivo visual.
Un ojo entrenado se da cuenta cuando el fotógrafo vio una escena e inmediatamente disparó. A menos que sea la captura de un instante puntual, entre ver la escena y disparar deberíamos recorrerla, interpretar la posición desde donde queremos «contar» y tomar las decisiones que influirán en la imagen. Esto que parece un proceso largo, con el correr del tiempo y la experiencia se dará de forma automática.
Un lente fijo es pequeño y liviano
Este aspecto puede ser muy importante a la hora de querer tener un equipo ligero o que llame poco la atención. De hecho, durante un tiempo usé el Canon 40mm STM f/2.8 de la línea «pancake» de Canon, un lente súper leve y que pasa desapercibido.
Los lentes fijos económicos suelen tener una calidad de construcción no tan buena comparado con su calidad interna y por lo general son plásticos, lo que hace que su peso sea muy inferior a lentes más avanzados. Por ejemplo, el lente Canon 50mm f/1.8 tiene un peso de 160 gramos, mientras que el Canon 50mm f/1.4 asciende a los 290 gramos. Un lente zoom avanzado como el Canon 24-105 f/4 tiene un peso de 670 gramos.
Un lente fijo es barato
Aclaré al comienzo que en este artículo hablaríamos de los lentes fijos para principiantes, por lo que no pretendo aseverar que lente fijo sea sinónimo de bajos precios, ya que hay opciones de diversas distancias focales y calidades. Pero podríamos decir que los lentes fijos económicos dan la mejor relación calidad-precio que podemos encontrar y debe ser nuestra primera opción a la hora de comprar un primer nuevo lente.
¿Cuál fue tu primer lente fijo? ¿En qué cambiaron tus fotografías?
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